Maestra de Educación Infantil
Cómo vivir (y no solo sobrevivir) en familia
La convivencia en nuestros hogares no siempre es un camino de rosas. Cuidar y educar a los peques, vivir en pareja y trabajar todos juntos en equipo para lograr unas metas comunes puede resultar algo agotador unas veces, una tarea ardua otras, y, en numerosas ocasiones, hasta un poco frustrante.
No contemos los días, hagamos que los días cuenten
Y es que nadie dijo que fuera fácil. En la sociedad actual, la falta de tiempo de calidad en familia, jornadas laborales y escolares largas y la ausencia de un objetivo o interés común en casa, hacen que más que vivir, “sobrevivamos” al día a día.
Todos hemos experimentado más de una vez el sentimiento de desear dar por finalizada de una vez la jornada, y que pequeños y grandes se fueran a dormir para disfrutar un poco de la también necesaria soledad y tranquilidad.
Y no nos deberíamos sentir culpables por ello. Pero si llegamos con demasiada frecuencia a este punto, es que algo no va bien.
Tanto cansancio indica que, tal vez, no nos estamos cuidando lo suficiente. Qué fácil resulta hablar de autocuidado, de cuidarnos para poder cuidar a los demás y otras afirmaciones que, dichas así parecen obvias. Pero la realidad es que, la mayor parte del tiempo, madres y padres sufrimos tal desgaste físico y emocional a diario que llegamos a la noche tan cansados e incluso irascibles que lo único que queremos es irnos a dormir con el deseo de que el siguiente día sea más tranquilo.
Todos hemos experimentado más de una vez el sentimiento de desear dar por finalizada de una vez la jornada…
En nuestra mano está, entre todos, mejorar esta situación. Con pequeños cambios en la convivencia, en nuestras rutinas o hábitos, o, simplemente, en nuestra manera de enfocar la mirada, podemos lograr que la vida en familia sea más sencilla, bonita, y, como todos anhelamos, feliz.
Algunos consejos prácticos para ello:
- Dejemos de tachar los días en el calendario. No se trata de sobrevivir al día a día. Como alguien dijo una vez “No contemos los días, hagamos que los días cuenten”. Tenemos que aspirar a vivir de manera más consciente y plena, con el objetivo de disfrutar de cada momento. Cuando nos queramos dar cuenta, nuestros niños y niñas no nos necesitarán tanto, y, aunque en ocasiones nos supere tanto desgaste o su desorbitada energía que da la sensación de que devora la nuestra, tratemos de vivirla como una etapa increíble de una intensidad, eso sí, espectacular.
- Repartamos nuestras tareas en casa. Deleguemos en los demás. Nadie es imprescindible. Por mucho que nos guste nuestra manera de hacer ciertas cosas, aunque otros las realicen de otro modo, también pueden resultar válidas. Permitamos a nuestros niños y niñas, desde edades tempranas, colaborar en actividades del hogar como doblar y guardar su ropa, hacer sus camas, poner y recoger la mesa, etc. Si les dejamos hacer, estaremos dotándoles de habilidades tan importantes para su vida y su futuro que, aunque a veces les parezca un mundo, nos lo agradecerán siempre.
- Relativicemos. Seguro que nada de aquello por lo que discutimos con nuestros pequeños (o mayores) en casa, es tan importante o trascendental que vaya a suponer un trauma o disgusto de por vida. En numerosas ocasiones, los retos a los que nos enfrentamos con nuestros hijos e hijas no son más que hitos en su desarrollo por los que deben pasar para que su personalidad, su cerebro, su vida, vayan creciendo y formándose. Si lo miramos, pasado un tiempo, con perspectiva, la mayor parte de aquellas situaciones a las que nos enfrentamos con los peques en su primera infancia que tanto nos desesperaron en su momento (por temas de comida, descanso, rabietas…), no fueron tan trascendentes en su futuro y se fueron solucionando o enderezando solo con tiempo. Sí, tiempo. Eso que tanto nos falta a diario, pero luego se va tan rápido si nos detenemos a pensarlo por un momento. Con sentido del humor y paciencia, el 99 por ciento de los problemas en casa se podrían ver tan reducidos…
- Basemos nuestra convivencia en una sola norma o actitud: el respeto. Con respeto hacia uno mismo, hacia los demás y hacia nuestro entorno, conviviremos de manera más plena y feliz.
- Si educamos en este triple respeto a nuestros niños y niñas, si fomentamos “en estéreo” con nuestra pareja y aquellos con los que convivimos que no existe otra opción que la de respetarnos, tratarnos bien, hablarnos bonito, escucharnos, ayudarnos, cuidarnos (a nosotros mismos, a los demás y a nuestro entorno, insisto en esta triple dimensión del respeto), tendremos la mayor parte del camino recorrido.
Una estrategia muy útil y divertida: las reuniones familiares
A través de estas dinámicas, que podemos establecer una vez por semana (no solo cuando exista un conflicto o problema a resolver), pasamos tiempo de calidad juntos, nos ayudamos, cuidamos, establecemos rutinas u organizamos las tareas de nuestro hogar o las actividades familiares que podemos llevar a cabo.
A estos diálogos tan enriquecedores que podemos incluso anotar en una agenda, decorar con nuestros niños y niñas (escribiendo o dibujando los problemas surgidos, las soluciones acordadas o revisando si se arreglaron situaciones pasadas), podemos añadirles momentos llenos de magia como “rondas de agradecimiento” en las que todos nos demos las gracias por algo, nos digamos qué nos gusta del otro o algún error que hayamos cometido y el aprendizaje que hemos podido sacar del mismo.
Si lo miramos, pasado un tiempo, con perspectiva, la mayor parte de aquellas situaciones a las que nos enfrentamos con los peques en su primera infancia que tanto nos desesperaron en su momento (por temas de comida, descanso, rabietas…) no fueron tan trascendentes en su futuro…
Con todo ello, estaremos más cerca de sentar las bases de una convivencia mucho más enriquecedora en la que niños y no tan niños, alcancemos nuestra meta de desarrollarnos felices y plenos. Disfrutando del camino, por supuesto.
Al hilo de todo esto, existen numerosos títulos en la literatura infantil que fomentan la convivencia en la familia, como, por ejemplo:
Adivina cuánto te quiero
Es protagonizado por dos lindas liebres, una muy pequeña, que hace el papel de hijo o hija, y otra más grande, que representa al papá o la mamá. La liebre pequeña quiere expresar a quien la acompaña todo su amor, así que le pide que adivine cuánto le quiere. La liebre grande responde que no puede saberlo, y entonces la pequeña abre sus brazos al máximo, para dar una idea del tamaño... Seguir leyendo
Federico y sus familias
En la infancia, son pocas las fuentes de ternura y valores que se comparan a la posibilidad de tener una mascota. Los animalitos enseñan a los peques sobre el amor más profundo y la responsabilidad. Y en el caso del gatito Federico, también deja en nuestros niños y niñas lecciones muy valiosas sobre la diversidad del mundo en que vivimos, y la importancia de asumirla con amor. La... Seguir leyendo
Nuestra casa: Una historia en dibujos
Nuestra casa: Una historia en dibujos es una propuesta muy interesante, que combina un lindo mensaje en pro del respeto a la diversidad y un pensamiento amplio, con los recursos visuales más atractivos. Niños y niñas tendrán una fuente de diversión increíble, al sumergirse en los detalles de cada figurita, sus acciones y su inserción como parte de una... Seguir leyendo
¡En familia!
En familia se convirtió en un gran logro narrativo, que plantea de manera simple y amena un universo de diversidad. El cuento inicia su historia con Biel y su familia. Biel tiene a mamá, a papá, una hermana mayor y un gatito de mascota. Sería el modelo de familia convencional, al que hemos estado acostumbrados por mucho tiempo.
Pero el cuento nos sorprende con otro montón... Seguir leyendo
¿Quién tiene una familia normal?
"¿Somos normales?" preguntó Alex. "Absolutamente NO", responde su mamá. Con este comienzo inquietante, "¿Quién tiene una familia normal?" invita a un recorrido por familias únicas y divertidas. Realmente es difícil definir la normalidad, y este concepto se usa muchas veces de manera indiscriminada. O lo que no es "normal" tiene connotaciones negativas. Pero con este libro se despejarán... Seguir leyendo
Te puede interesar
Los mejores cuentos para Halloween
Se acerca Halloween y, como cada año, desde Eduteco os enumeramos nuestra selección de los...Seguir leyendo
Comprender la culpa para liberar nuestra maternidad
¿Y si sustituyéramos la palabra "culpa" por "soy la responsable de"?, ¿qué sientes ahora? Puede...Seguir leyendo
"La lactancia no tiene beneficios"
En el paradigma actual de la lactancia esta se nombra como beneficiosa para la salud tanto de la...Seguir leyendo
¿Cómo identificar a las víctimas y a los acosadores?
Si de acoso escolar se trata, identificar a víctimas y acosadores es vital. A través de sus...Seguir leyendo
Una educación respetuosa en las aulas de Infantil
Las aulas de Educación Infantil son lugares repletos de magia, vida y pequeños seres llenos de...Seguir leyendo
El movimiento libre en la infancia
El movimiento libre es un movimiento liberado de cualquier voluntad ajena al ritmo interno del...Seguir leyendo
Cómo preparar un viaje con niños
Se aproximan las vacaciones de verano y muchas familias se plantean qué actividades hacer con sus...Seguir leyendo