Teresa Rivera García

Teresa Rivera García

Maestra de Educación Infantil y Psicopedagoga

25 de agosto de 2022

Fases del desarrollo en el movimiento libre

Los primeros meses los bebés deben de estar cerquita de sus cuidadores, los brazos son su lugar favorito, el contacto con sus progenitores, sentirles cerca, sentir su calor, su olor, sus caricias, su voz y sentir seguridad.

Su postura durante un tiempo sigue siendo muy «acurrucada», casi en posición fetal y sus movimientos son espontáneos y descoordinados.

Además, no tienen ningún control sobre su cuello y cabecita, esto lo irán consiguiendo en los siguientes meses. Seamos conscientes de que han estado durante nueve meses dentro de la barriga de mamá, y salir de ahí es un cambio muy brusco para ellos.

Es de gran importancia que logren sentarse sin haber forzado su postura sentándoles cuando no son capaces, llenándoles de cojines alrededor.

Fases del movimiento libre

Al suelo de cúbito supino (boca arriba):

Poco a poco parece que van «estirándose», sus brazos y sus piernas ya no están encogidos, sino que van abriéndose al mundo. Cuando el niño y la niña van teniendo periodos más despiertos y ya empiezan a querer moverse algo más es el momento de bajarnos al suelo y acompañarlos en esa etapa. 

El suelo debe de ser un lugar adaptado a un bebé, que sea confortable, que haya higiene, luz natural, ropa cómoda, material del suelo adaptado (nada de cojines ni mantas sino una superficie firme y cálida) y lo más importante es que pueda estar acompañado de un adulto de referencia (padres, abuelos, tíos…). Es necesaria la presencia del adulto, la cercanía, esto les da seguridad y confianza.

Fases del desarrollo en el movimiento libre

Muchas veces nos encontramos con que no quieren estar mucho tiempo tumbados, es algo progresivo, según vayan creciendo, avanzando y sintiéndose seguros tendrán más necesidad de estar en el suelo.

Su primera postura va a ser de cúbito supino, es decir, boca arriba y será capaz de girar el cuello hacia los dos lados, comenzará a mover brazos y piernas y desde ahí irá consiguiendo los demás movimientos, solo necesita tiempo, espacio, presencia y acompañamiento. No es necesario llenarle de objetos, juguetes y demás cachivaches que tenemos en las casas. 

Las primeras cosas que hace un bebé es ir descubriendo su cuerpo: manos, pies…Por eso empiezan a chupárselos, levantan las piernas, se agarran los pies, los llevan hasta la boca, están en fase de descubrimiento y no pasa nada porque lo hagan, es una fase más del desarrollo y además muy positiva. 

Cuando el niño actúa por su propia iniciativa e interés aprende y adquiere capacidades y conocimientos mucho más sólidos que si se le intenta inculcar desde el exterior éstos mismos aprendizajes. «Emmi Pikler»

Poco a poco podemos proporcionar algún material adaptado a su edad: telas, pelota blandita…Cosas suaves y de fácil agarre no siendo necesario dárselo en la mano. Podemos colocarlo alrededor para que, una vez que lo descubra, pueda llegar por sí sola y empiece a interesarse por ello y continuar así avanzando en su movimiento. 

Girarse a un lado:

Llegará el día que logrará colocarse de lado, hasta que una de esas veces consiga voltearse y se dé cuenta de lo que lo ha logrado, después querrá seguir haciéndolo una y otra vez. 

Al principio esta postura cuesta, no son capaces de sacar los brazos, van cogiendo fuerza en su cuello y espalda y cuando menos te lo esperas ya tienen los codos clavados en el suelo y no paran de mirar y observar todo lo que hay a su alrededor, su perspectiva ha cambiado totalmente y comienzan a girarse sobre su propia tripa.

Reptar:

Poco a poco, a través de su esfuerzo, descubrirá que puede empujarse con sus propios pies hacia adelante, bien desde el suelo o haciéndolo desde una pared, intentar coger un objeto, tocar algo o quizás llegar a ti. Esto es el preámbulo del momento de reptar, han de coger fuerza en brazos y piernas, y en uno de sus múltiples intentos empiezan a desplazarse reptando, hito muy importante ya que adquieren el patrón cruzado. 

También puede darse la circunstancia de que comiencen a reptar hacia atrás, es algo habitual y normal, tienen más fuerza en las manos y antebrazos y se empujan hacia a atrás, será cuestión de tiempo que lo consigan hacer bien.

Es importante que en cada fase estén un tiempo afianzando el movimiento, desarrollando la destreza y cogiendo seguridad para seguir avanzando firmemente en las siguientes fases, insistimos en que las prisas debemos de dejarlas de lado.

De rodillas (gateo):

Y así sin darnos cuenta llega un día en que es capaz de ponerse de rodillas y la ilusión es tremenda, y ves su carita de ilusión y de orgullo de «¡mira lo que he conseguido!».

Fases del desarrollo en el movimiento libre

Al principio solo conseguirá estar unos minutos, pero poco a poco empezará a hacerse experto, conseguirá gatear, fase importantísima para seguir afianzando el patrón cruzado y para la distancia entre ojo y mano que será la misma que tenga a la hora de leer y escribir en un futuro, además será el más rápido y se recorrerá cada rincón que tú le permitas explorar. 

Mantenerse sentados por sí solos:

Más o menos es en este momento cuando también consiguen la sedestación, quedarse sentados por sí solas, que les vuelve a dar otra perspectiva del mundo y de las cosas. 

Es de gran importancia que logren sentarse sin haber forzado su postura sentándoles cuando no son capaces, llenándoles de cojines alrededor. Todo esto lo que consigue es entorpecer el desarrollo ya que cuando no están preparadas para sujetar su espalda pueden llegar a hacerse daño e incluso caer hacia un lado lo que les hará asustarse sintiendo inseguridad y miedo. 

Alcanzar objetos:

Algunos niños tendrán más prisa que otros por explorar, de interesarse por llegar a coger objetos que ven en los muebles y conseguir quedarse de pie, ellos, por si solos, se darán cuenta de la seguridad que tienen en esta postura, unos son más atrevidos y lo hacen antes, otros preferirán esperar hasta sentirse con más destreza en ello. 

Primeros pasos:

Y, por último, una vez conseguido todo y teniendo seguridad, presencia del adulto y confianza comenzarán a dar sus primeros pasos (sin necesidad de agarrarles de sus manitas para lograrlo). 

Comenzarán por dar pasos laterales agarrados a algún mueble u objeto, después darán pasitos en pequeñas distancias y por último conseguirán la conquista de la marcha. 

Fases del desarrollo en el movimiento libre

A tener en cuenta

No todos los niños siguen el mismo desarrollo, unos consiguen unas fases antes y otros después y no hay que preocuparse de ello mientras las vayan consiguiendo todas. La comparación entre ellos debemos evitarla, ya que cada uno es diferente en su proceso. 

A lo largo de todo este desarrollo autónomo llevan a cabo una serie de posturas intermedias importantísimas para afianzar sus movimientos de manera segura.

Cuando el niño y la niña van teniendo periodos más despiertos y ya empiezan a querer moverse algo más es el momento de bajarnos al suelo y acompañarlos en esa etapa.

El desarrollo motor de los bebés es maravilloso. Van consiguiendo cada fase por sí mismos sin necesidad de que los adultos intervengamos demasiado (a no ser que haya algún problema de base que necesite estimulación o intervención).

No necesitan que forcemos ninguna postura en ellos, cuando estén preparados lo harán solos con mucha seguridad. Dejarles que se muevan libremente les hace conseguir su autonomía desarrollando así su autoestima de manera positiva, no van a depender de un adulto para moverse, así que, si en un momento dado tienes que alejarte, no tendrá problema en seguirte si lo necesita.

Sus movimientos en un futuro serán mucho más seguros, con mucha más destreza, subirán, bajarán de los sitios, saltarán, correrán y para ellos no habrá obstáculos ya que se sentirán capaces de lograr las cosas por sí solos.

Confiar en las capacidades de niños y niñas y cambiar nuestra mirada de la infancia es fundamental para dar grandes pasos en esta educación basada en el respeto.

Referencias

Pikler, Emmi. Moverse en Libertad: desarrollo de la motricidad global. Ediciones Narcea. Novena reimpresión.

Falk, Judit; Tardos, Anna. Movimientos libres. Actividades autónomas. Ilustraciones Klára Pap. Editorial Octaedro- Rosa Sensat. Segunda edición 2013.

 

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